CHARLY GARCÍA COMENZÓ SU GIRA POR MÉXICO

Con la 12ª edición del Festival Internacional de Puebla como marco, en el escenario de la Explanada del Complejo Cultural Universitario, arrancó el concierto del porteño con un retraso de más de dos horas. Esto debido a la tormenta que precedió al concierto.



Ni la lluvia, ni el cambio de horario, ni la espera fueron suficientes para aminorar el ánimo y las ansias de los poblanos, de todas las edades, que se dieron cita la tarde de este jueves en la explanada del Complejo Cultural Universitario para escuchar al argentino Charly García.
Sin duda una de las presentaciones más esperadas dentro del programa del FIP era la del polémico músico y eso se demostró cuando los asistentes esperaron poco más de dos horas a que la lluvia decidiera irse para permitir, sin riesgo alguno, que el loco pisara el escenario.
A las 7 de la tarde, cuando originalmente daría inicio la presentación, la lluvia se hacía por momentos más intensa y el público esperaba a que el equipo del artista y los organizadores decidieran si saldrían o no a escena.
Minutos que se hacían eternos, entre agua y frio, después de las altas temperaturas del medio día y poco después de las 7:30, Charly con sus músicos subía al escenario para decir: “queremos tocar, pero la lluvia no nos deja, esperaremos un rato más, no nos vamos, aquí estamos, con ustedes, gracias por esperar, son un bello público”
Algunos decidieron marcharse, pero la mayoría permaneció firme hasta que al fin casi a las 9 los equipos volvieron a probarse, las luces, las pantallas y ahí en el fondo de una Puebla bajo agua apareció el argentino quien con los acordes de Promesas sobre el bidet comenzó un recuento de sus más destacadas interpretaciones.
Charly García está en México para promocionar su más reciente producción El concierto subacuático, que a manera de profecía marcó la tendencia de la tarde en Puebla.
No voy en tren, Nos siguen pegando abajo y Rezo por voz fueron algunas de las canciones que pusieron a saltar, gritar y emocionaron a los poblanos de todas las edades, desde pequeños arrastrados en carriolas por sus padres hasta portadores de canas en barbas largas y melenas ensortijadas.
La noche terminó, dejando un muy buen sabor de boca a los presentes y quienes pudieron brindar a la salud del pibe con “un regalito de whisky” por haber aguantado.


Fuente: Periodico Digital