miércoles, 28 de octubre de 2009

CHARLY GARCÍA "SALÍ DEL INFIERNO"





Como la mitológica Ave Fénix, Charly Garcia (58), el prócer del rock nacional, se consumió en su propio fuego, para resurgir de sus cenizas renovado, con el alma y el corazón intacto. Muchos lo dieron por muerto, por terminado. Pero la vida le hizo un guiño cómplice, y hoy la realidad no puede estar más alejada de aquellos años en el infierno. Atrás quedó el músico descontrolado, el de los incidentes y las agresiones permanentes. Atrás quedaron sus días de 24 horas sin dormir, de excesos y adicciones. Hoy, distanciado de todo lo que lo alejó de la vida y bien cerca de quienes estuvieron en todo momento con él, reconstruyó la leyenda del hombre del oído absoluto, Carlos Alberto García Moreno volvió a los escenarios argentinos en el estadio de Vélez Sársfield. Bajo una lluvia torrencial, fue un show imborrable para las 40.000 almas que presenciaron el nuevo nacimiento de Charly, justamente en el día de su cumpleaños número 58, el 23 de octubre. Crónica de una noche en la que CARAS fue único testigo del renacer de un genio.
“Mucha gente está orgullosa de mí por lo que hice. Salí del infierno. No resulta fácil cambiar así. Sexo, droga y rock and roll están muy bien, pero uno en la vida, primero, es músico. Cuando estaba en una de las clínicas, en la televisión decían que estaba muerto. Ya me daban por muerto y aún me queda vida, porque renací. No son muchas las personas que llegan hasta donde yo llegué y toman envión, y se la bancan y se la bancan...”, le contó Charly a CARAS, momentos antes de salir al escenario.
Siempre acompañado por su manager y ángel guardián, Fernando Seresesky, el viernes Charly se reunió en el departamento que le prestó Ramón “Palito” Ortega, sobre la calle Ugarteche, con sus músicos. Los mismos a quienes llama su “nueva familia”: Hilda Lizarazu, Fabián von Quintiero, los chilenos Kiushe Hayashida, Tonio Silva Peña y Carlos González, y Carlos Alberto “el Negro” García López. Allí, vieron un poco de televisión, charlaron acerca del show y Charly habló varias veces con “Palito”, gran responsable junto a su familia y a Seresesky del “milagro García”. Y si no que lo diga el propio músico: “Lo de Palito fue algo increíble, porque si no hubiera estado él, no sé qué hubiera pasado... Me hubieran llevado a una granja. Y él me ofreció su casa. Tomó mi vida como un asunto personal, como si fuese su hermano”, contó.
Lejos de su peor momento -en junio de 2008, cuando corrió desnudo, rompió un televisor y agredió a un empleado de un hotel en Mendoza y fue atado ensangrentado a una camilla para trasladarlo a un hospital-, hoy Charly lleva una vida apartado de las drogas, el alcohol y los excesos. Va de su casa a los ensayos, cena con amigos, se acuesta a la una de la mañana y se levanta a las diez. En una entrevista que le realizó Jorge Lanata para el Diario Perfil, García se sinceró: “Cuando fui a lo de Palito apenas podía caminar, muchos no daban dos mangos por mi, le puse huevos. Ahora me acuesto temprano y me levanto a los 10 de la mañana, aunque después de las clínicas donde estuve me volví insomne. En Dharma estuve tres días atado a una cama”.
Siguiendo con las visitas que recibió el músico, también se acercó hasta el departamento Nicolás Cuño, el dueño de la marca Key Biscayne y asesor de imagen de García hace seis años. Él le planificó su look para toda la noche. “Charly lució un jean con una chomba negra, una campera de tela arrugada y calzado negro. Para el show usó un pantalón chupín ajustado y una camisola larga negra. Cuando la temperatura descendió notablemente se puso un poncho que le regalaron en Perú. Y para el festejo íntimo preferimos una camisola con una chaqueta Beatle, de cuero, entallada y pantalón chupín al tono”, aseguró el empresario textil.
Alrededor de las 18:00, la banda partió en una Van de lujo hacia Vélez por la calle Juan B. Justo. Al llegar al Amalfitani se refugiaron en el camarín, donde los esperaba “Pichón” Baldinu, el creador del grupo “De la Guarda” y responsable de montar una parte del show. Charly fumó algunos cigarrillos, comió quesos y antes de salir a escena tomó varias Gatorade de diferentes sabores. A las 21:00 llegó su joven novia, Mercedes Iñigo (22), más conocida como “VJ Mecha”, quien de inmediato fue al camarín con una amiga. Los novios se saludaron con mucho amor, y luego de un largo abrazo el músico la besó con pasión y se preparó para su gran día. “Extrañaba el túnel del estadio y escuchar el rugido de la gente, la subida al escenario. Yo dejé a la gente, no fue la gente la que me dejó a mí”, dijo Charly con cierta melancolía.
Con el estadio colmado y sin huecos a pesar de la lluvia, el viento y el frío, el músico salió a escena cerca de las 22:00. Y una ovación lo recibió. “No importa ni la lluvia ni los relámpagos, hoy vuelve el más grande”, le decía un joven, con lágrimas en sus ojos, a su padre. Hippies, roqueros, glams, grandes, chicos, bebés y hasta abuelos se habían congregado, portando brazaletes con la leyenda: “Say no more”, para volver a corear los clásicos de Charly. Solo y sentado al piano, abrió el recital con “El amor espera”, un tema de su disco “Ingfluencia”, editado en 2002. Luego fue dando rienda suelta a los clásicos “Funky”, “Parte de la religión”, “Promesas sobre el bidet”, “Yendo de la cama al living”, “Demoliendo hoteles” y “Los dinosaurios”, entre otros. El gran invitado de la noche fue Luis Alberto Spinetta, con quien cantó “Rezo por vos” bajo una lluvia torrencial. Desde las plateas, emocionados, Nequi Galotti y Bartolomé Mitre casi no podían creer la energía desplegada por García, tanto como Mike Amigorena, Emilia Attias, “el Turco” Naim, Evangelina Salazar, Emanuel Ortega, Ana Paula Dutil y “Rosarito” Ortega, algunas de las celebridades presentes en Liniers. Quien más se lamentó de no haber podido estar presente fue “Palito” Ortega, quien tuvo que viajar a Rosario.
Con la adrenalina a full, Charly desmostró estar más vivo que nunca. Durante dos horas brindó un recital de alto vuelo, y todo lo que era impensado hace un año, hoy es un hermoso sueño hecho realidad. “Dijeron que no podía cantar, que no podía tocar, que no podía resistir, ni volver. Y una vez más, Charly demostró que todo lo puede. Nosotros siempre supimos que podía. Lo vemos todos los días. Cantó dos horas bajo un diluvio, con viento, frío, y la rompió”, dijo sonriente Seresesky tras el show organizado por Fenix Entertainment Group. Pero aún quedaba lo mejor de la noche: su festejo íntimo, la celebración de su cumpleaños con 150 invitados en el bar Belushi, de Palermo Viejo. En un principio se iba a realizar en el Soul Café, pero al mediodía, durante un encuentro casual de Fabián von Quintiero con Fernando Aleixo, el dueño de Belushi, se combinó el cambio de escenario. Y los dueños de casa prepararon un salón a la altura de las circunstancias, decorado con globos que provocaron la sonrisa de Charly apenas ingresó, a la 01:30. Inseparable de su novia, el músico recibió a cada uno de los invitados con dos frases de cabecera: “Gracias por venir”, les decía con sincero agradecimiento, y enseguida preguntaba: “¿Te gustó el recital?” Además, en cada saludo remarcó la presencia de “Mecha”, a quién presentó siempre como “mi novia”.
El homenajeado y su chica se instalaron en un sofá que hacía las veces de cabecera. Y fueron varios los privilegiados que se fueron sentando a su costado: Hilda Lizarazu, García López, Pedro Aznar y una mujer que mucho tuvo que ver en su recuperación. Se llama Gabriela Aisenson, es doctora en Psicología de la UBA, y todos le atribuyen una buena parte de responsabilidad en el renacer del ídolo. Dicen que logró transformar el vínculo terapeuta-paciente en una cálida amistad, y que aporta una contención indispensable para este momento. También fueron a la fiesta el “Zorrito” von Quintiero, “Gillespie”, Joe Fernández (amigo de Fernando Seresesky y del “Zorri”, fue a buscar un bajo a su casa porque la banda se había olvidado de llevar uno a Belushi), Emanuel Ortega y Ana Paula Dutil, Rosario Ortega con amigas, “Lolo”, el guitarrista de Miranda, Oby Defino, y Diego Finkelstein, de la productora Fenix, con su novia, la modelo Soledad Ainesa.
La música rock del deejay animó la velada, mientras en la barra los invitados se servían tragos, gaseosas y cervezas. Cuando Charly se levantó y encaró hacia el escenario, había olor a show. Conversó con mucha gente, siempre con la sonrisa a cuestas, y haciendo algunos comentarios tan distintivos de su humor como “miren, estoy seco”, en alusión al temporal que no logró afectarlo. Hasta que los músicos comenzaron a tocar y él, siempre con un As en la manga, se puso a bailar con su novia al borde del escenario. Pero bastó que García López anunciara: “Hoy es el cumpleaños de Charly”, para que suba raudamente y se siente frente al teclado. Con Gillespìe, Lizarazu, y “el Negro”, más el resto de sus músicos, comenzó un increíble recital privado con temas de Los Beatles, los Rolling y clásicos de Charly. Después subieron Aznar, con la torta que le preparó el chef de Belushi y “el Zorrito”. Entonces sonaron “El perro andaluz” y “No llores por mí, Argentina”. Fueron dos horas únicas de música que no tiene precio, y que todos los invitados disfrutaron por igual, mientras las camareras (por orden de Charly y del PR “Polaco” Moreno), le ofrecían torta a los privilegiados testigos.
La noche terminó tarde, a eso de las cinco y media, pero en paz. Después del tamaño esfuerzo que le significó hacer casi dos recitales, Seresesky advirtió que era el momento de partir. Y se llevó a Charly con su novia al departamento donde comenzó y continúa la recuperación. “El oído absoluto se había hecho absolutamente sordo. Era como Beethoven, sentía todo en mi cabeza y así hacía arte. Estaba todo bien porque la música en ese momento también me encantaba, pero... evidentemente uno piensa que es Superman, y en un momento esa idea te pasa la factura”. El broche final de Charly para la noche de su resurrección.

Por Carlos Cervetto

lunes, 26 de octubre de 2009

Charly García: el festejo de cumpleaños post show





Después de su histórico retorno y demostrando una vez mas (y van…) su intacta comunión con un publico que lo sigue a pesar de todo, el que de vez en cuándo recibe su compensación como sucedió este viernes, Charly García tuvo un festejo de cumpleaños mas intimo en un local del barrio porteño de Palermo. Entre los presentes se encontraban su manager Fernando Szereszevsky, los músicos que lo acompañaron en el escenario y varios amigos.
Un Charly visiblemente contento y feliz saludaba y comentaba lo bien que había salido todo a pesar de la lluvia cuando “los chilenos” (el trío musical que acompaña a García hace mas de diez años) comenzó a tocar en un pequeño escenario y ya en el segundo tema el bicolor estaba sobre las tablas.
Con un mini show que duró aproximadamente una hora el cumpleañero agasajo a los presentes, interpreto temas suyos de su época solista y de (su quizás mejor banda) Seru Giran, además de covers de The Beatles y Rolling Stones y algún blues de Pappo. Pedro Aznar dio el presente y acompaño con el bajo los últimos temas.
A las seis de la mañana todo había terminado y dejo a todos con algo en su cabeza, Charly nunca se va y siempre esta volviendo, el mas grande, el mejor y único.

H.G.
Fotos: Guillermo Vega (Gracias!)

Charly García en Velez: LO QUE EL VIENTO (Y LA LLUVIA) SE LLEVÓ"


SIN EFECTOS ESPECIALES
Noticias Urbanas recibió en la madrugada del sábado un comunicado de parte de los agentes de prensa del recital, detallando, entre otras cosas, algunas propuestas escénicas que no pudieron ser llevadas a cabo por el clima. Lo transcribimos textualmente:

"Los efectos y puesta de Pichón Baldinú no se pudieron realizar en su mayoría:
- Una mujer volaba sobre el escenario
- Una rampa se elevaba y sobre ella aparecía García. Y durante el show subían y bajaban cosas de escena
-No se pudieron poner las pantallas laterales x el viento
- La pantalla central se embolsó con el temporal y nunca se pudo volver a subir
- Las entradas vendidas: 40.000
- Hubo un cartel de Crónica que anunció durante horas que el recital se suspendía, eso convenció a gran parte del público de que el show no se hacia. Inclusive, mucha gente no entró al estadio por la lluvia cuando se dio puerta. Cerca de 6.000 personas compraron el ticket y no ingresaron."
Los temas:
0-Operación Densa
1-El amor espera
2-Rap del exilio
3-No soy un extraño
4-Cerca de la revolución
5-Chipi chipi
6-Fanky
7-No te animás a despegar
8-Demoliendo hoteles
9-Promesas sobre el bidet
10-Adela en el carrousel
11-Rezo por vos
12-Yendo de la cama al living
13-Canción de 2 x 3
14-Nos siguen pegando abajo
15-Influencia
16-Llorando en el espejo
17-Pasajera en trance
18-Raros peinados nuevos
19-Me siento mucho mejor
20-Vicio
21-Buscando un símbolo de paz
22-No me dejan salir
23-No voy en tren
24-Deberías saber por qué
25-Hablando a tu corazón
26-Rock and Roll yo
27-No se va a llamar mi amor
28-No toquen

Fuente: NU

LA INTIMIDAD DE LA VUELTA DE CHARLY GARCÍA

“Ahora me estoy acostando a la una y me levanto a las diez de la mañana”
Para muchos, fue el evento musical del año. El último viernes, más de 40 mil fanáticos llevaron su emoción y su agradecimiento hasta el estadio de Vélez para acompañar a Charly García en su regreso a la música después de una temporada en el infierno. Jorge Lanata fue el testigo privilegiado de esta nueva etapa de la vida del músico, quien, a lo largo de una charla íntima, reveló detalles desconocidos de su internación, de su amistad con Palito Ortega, de su relación actual con las drogas y el alcohol y de un reencuentro diferente con una felicidad que no sentía desde hacía mucho tiempo. Sueños y pesadillas, familia y amigos son el nuevo escenario al que Charly se subió para cantar su historia a los 58 años, que cumplió la misma noche del show.
A solas. Con el estadio de Vélez vacío como testigo, Charly desnudó su intimidad ante Lanata. La prueba de sonido fue el primer encuentro. Compartieron el backstage, donde García habló de la nueva etapa de su vida que empezó después del tratamiento al que se sometió y en la que la música volvió a ser el verdadero centro de su existencia.
Sopla, en el aire, un viento de Navidad: en el departamento de la calle Ugarteche todos hablan ansiosos, sin parar, frente a la tele encendida, y en los recovecos del pasillo angosto se cruza gente con paquetes, mensajes, el timbre, ruidosa espera. Carlos Alberto García Moreno, Carlos Alberto García Lange o, si prefieren, Charly García lucha contra un atado de Camel tratando de sacar el último pucho del paquete. Nito Mestre, con barba de marino y piel tostada, acaba de llegar de Miami con un paquete de fajitas mexicanas al que Hilda Lizarazu atacó de inmediato: angustia oral.
Hay tortas, si quieren, y cosas dulces –ofrece Fernando Seresesky, mánager de García, que no para un segundo y con su buzo Adidas Vintage parece más bien un personal trainer con dos celulares en las manos y otro en el bolsillo.
“Los chilenos” (Kiushe Hayashida,Tonio Silva Peña y Carlos González,la banda de Charly antes del Precipicio, ahora parte del ensamble con Hilda, el Zorrito y el Negro García López) están a pleno: ya vivieron los conciertos de Lima y Santiago, pero el gran test es Buenos Aires. El televisor, sin volumen, está encendido para nadie.
García tiene una sonrisa en los ojos, escucha y hace algunas, pocas, acotaciones. Es extraño verlo tan tranquilo. Con su metro noventa y cuatro y ochenta y siete kilos, pancita que amaga a salirse de la remera, García todavía pelea un poco con la ley de gravedad. Hay algo casi imperceptible en sus movimientos que delata los meses de rehabilitación, y kinesiólogo. Pero no es ése el mayor contraste, sino la hiperkinética angustia que parece haberlo abandonado.
Somos seres extraños: lo hemos visto tantas veces desesperado que nos resulta raro verlo bien. Ahí está, sentado, terminando su Camel, feliz, expuesto otra vez a la mirada ajena y quizá más fuerte que nunca.
“Los chilenos” (Kiushe Hayashida,Tonio Silva Peña y Carlos González,la banda de Charly antes del Precipicio, ahora parte del ensamble con Hilda, el Zorrito y el Negro García López) están a pleno: ya vivieron los conciertos de Lima y Santiago, pero el gran test es Buenos Aires. El televisor, sin volumen, está encendido para nadie.

“La historia apareció en un periódico sensacionalista. Decía, simplemente, que los bomberos debieron concurrir a una casa en la cual salía humo de una de las ventanas del piso superior. Al entrar, encontraron a un hombre en una cama en llamas. Después de rescatar al hombre y apagar el fuego, formularon la pregunta obvia:
— ¿Cómo se inicio el fuego?
—No sé, ya estaba en llamas cuando me acosté.
Respecto del hombre de la cama en llamas de la historia, la mayor parte de las veces observamos que las personas hacen algo sin saber por qué lo hacen. Si nuestras propias acciones constituyen un misterio para nosotros, ¿cuánto más lo serán las de los demás? ¿Por qué estaba acostado en la cama en llamas? ¿Estaba borracho? ¿Enfermo? ¿Quería suicidarse? ¿Era ciego? ¿Tenía frío? ¿Era tonto? ¿Tenía un extraño sentido del humor? ¿O qué? No lo sé. Es muy difícil juzgarlo sin tener mucha más información, Es cierto, sin embargo, que de todos modos juzgamos. Pero si consiguiéramos refrenarnos un poco, nos agradaríamos más. Dios, según está escrito, previno a sus primeros hijos, Adán y Eva. Lo dijo bien claro:
—No coman de esa fruta, les traerá problemas.
Ya conocen el resto de la historia...”

(Extraído del libro Todo lo que hacemos sin saber por qué, de Robert Fulghum)

—Cuánto tiempo pasó? –le pregunto en el micro, camino a Vélez.
—A ver, no sé.
Nos ponemos a hacer la cuenta.
—Un año y pico –dice García.

¿Ya pasó tanto tiempo? Me resisto a creerlo: quedamos en preguntarle a Fernando al llegar.García tiene razón: el Precipicio se abrió en Mendoza, el 9 de junio de 2008. Ya pasó casi un año y medio. Mendoza, en la historia de García, es parte de un sino fatal:fue en Mendoza en el ’83 cuando se desnudó en un recital y donde protagonizó Demoliendo hoteles al hacer lo propio con el entonces Plaza, hoy Hyatt. En agosto del ’87 fue en Mendoza donde gritó que era homosexual e invitó a los presentes a que se lo cogieran. Allí tuvo un día de cárcel, sin otras consecuencias aparentes. En el ’98 se tiró del noveno piso del Hotel Aconcagua a la pileta, en 2000 agredió a una mujer y salió libre bajo fianza de los cargos de abuso deshonesto y lesiones leves, y en 2007 fue denunciado ante la fiscalía de Mendoza por deberle 10 mil pesos a cinco putas que dejó encerradas en su cuarto. La última vez fue en Mendoza, hace casi un año y medio: a las seis y media de la mañana corrió desnudo por los pasillos, rompió una guitarra y un televisor, y le arrojó un matafuego a uno de los empleados. Entró atado y ensangrentado al Hospital Central y horas después lo sacaron por la salida de la morgue a la Clínica de Cuyo.
— ¿Vos esperás que este cante? –le dijeron a Seresesky en la primera clínica–. Olvidate. Tiene daño cerebral irreparable. No se repone más. Cuentan que todo el grupo, técnicos y plomos incluidos, lloró en el recital de Lima.
El micro avanza a los empujones por Juan B. Justo hacia la prueba de sonido. Mi grabador también quiere sus quince minutos de fama: García y yo charlamos en la oscuridad, rodeados de las luces de la calle que cada tanto nos enceguecen:

—Recién empezaste a imaginarte la vuelta cuando estabas en la quinta de Palito…
—Era la zanahoria para ponerme bien. Iba a ponerme bien la música. Entonces compuse algunos temas, los grabé ahí, me entretuve…Y después arranqué con todo, llamé a los chilenos, ya había estado trabajando con Hilda, el Zorri y el Negro y sabía que la unión iba a ser constructiva.

— ¿Vos tuviste ganas de dejar o la realidad hizo que dejaras?
— ¿Que dejara qué?

—La merca.
—Fue como chocar con un camión contra una pared. Tuve que dejar a la fuerza. Me convertí, a la vez, en otra persona. O si querés, se me cayeron todos los cascarones que tenía encima. Y estoy disfrutando ahora de esto, de una vida más… más prolija.

— ¿Creés que la gente toma porque le duele el mundo y de ese modo se defiende?
—En mi caso, por lo menos al principio, yo tomaba porque me ponía “high” para hacer temas. Pero yo veía también que muchos de mis amigos tomaban y se deprimían después. A mí no me pasó eso, pero cada vez me hice más omnipotente y perdí la escala, la escala de las cosas. Y tuve que parar.

—Siempre me llamó la atención de esa época que vos no dormías.
—Sí, pero eso no era lo peor. Lo peor era que mi vida estaba centrada en eso. Y cuando tu vida está centrada en algo externo es medio jodido, es mejor tenerlo uno adentro. “Cuando el mundo tira para abajo/es mejor no estar atado a nada.”

— ¿Pensaste alguna vez en que no ibas a poder dejar?
—No, al revés. Yo pensé que podía tomar para siempre.

—Te pasó ahora, en la abstinencia, soñar que estás tomando?
— (Se ríe. Piensa) Una vez soñé que me despertaba con un saque. También soñé con whisky, una botella ahí, como compañía.

— ¿Podés tomar alcohol?
—No. Poder, poder, mucho no, no puedo. Puedo mojarme los labios, nada más.

— ¿Y te da ganas de tomar alcohol?
—Sí, y en ciertas ocasiones tomo. A medida que me vayan bajando la medicación voy a volver a una vida más normal, porque tampoco soy un adicto al alcohol.

— ¿Hiciste algún tipo de análisis o tratamiento sicológico en este tiempo?
— Mirá, perdí mucho tiempo porque en las clínicas no te hacen nada. Te dan pastillas con efectos espantosos. En la época que fui a lo de Palito empecé a ir a INECO.

—Instituto de Neurología Cognitiva…
—Sí. No es nada antidrogas, hacen estudios del cerebro, y funciona. Me gustó eso y sigo yendo, tengo fisiología, fonoaudiólogo, fisioterapia.

— ¿Pensás que te perdiste algo en todo este tiempo?
—No sé, estoy demasiado contento con lo que me está pasando ahora. Pensá cómo estaba cuando fui a lo de Palito: apenas podía caminar, muchos no daban dos mangos por mí. Le puse huevos.

— ¿Cuando estabas mal estuvieron al lado tuyo quienes necesitabas?
—Es raro pero… sí. Quiza no la gente con la que tomaba, pero mi hijo, Pedro Aznar, Rabusatti. Los que más me ayudaron fueron Palito Ortega y Fernando Seresesky.

— ¿Con Palito quedaste amigo?
—Sí, cenamos de vez en cuando, vemos juntos a River. Y tomo con mucha atención sus consejos, sobre todo comerciales, que me da desinteresadamente. Tantas noches de hablar, y todo lo que nos pasó. Ya quedamos como hermanos.

— ¿A qué hora te estás levantando?
—Promedio, a la diez de la mañana.

— ¿Y te acostás tarde?
—No, no… ahora me estoy acostando a la una, dos. Tengo problemas para dormir, después de la clínica me volví insomne. En la primera, en Dharma, me ataron a la cama más de tres días.

— ¿Y después qué hacés?
—Como en casa, voy a los ensayos, tranquilo…

—Como un señor de 58 años.
—No me lo imagino mucho.

— ¿La relación con tu madre y tus hermanos?
—Sigue cortada pero puede ser que haya novedades.

— ¿Los viste?
—No, pero van a venir al recital.

Me alegro por él, y por ellos. Durante unos minutos seguimos en silencio hasta que el propio García dice, de la nada:
—Por ahora estoy en el tubo este de la música, haciéndolo con toda dedicación. Yo creo que con el tiempo voy a abrir un poco más mi vida social porque yo también me recluí un poco… Te agarra mucha angustia cuando te medican mal. Realmente, que esté tocando y saltando de nuevo...

—Es increíble
—Y lo hago con mucha felicidad.

— ¿En qué momentos de tu vida fuiste feliz?
—Cuando canté con Mercedes Sosa en el Metropolitan de Nueva York, cuando fundé Say No More con Mónica García y éste podría ser el tercero.

El micro muerde el cordón, hace equilibrio y entra al estadio.
Hay algo mucho más acojonante que un estadio lleno: un estadio vacío; la presencia de cuarenta mil personas o sus fantasmas son igualmente fuertes.
En menos de veinticuatro horas las hileras de butacas se irán tapando como en una inundación.
Y lo de la inundación es jodidamente literal: celoso de García, envidioso ante tanto protagonismo ajeno, Dios lo castigó con una tormenta que bajó diez grados la temperatura y dejó a Noé encallado en la esquina de Juan B. Justo y Jonte.
Parejitas de enamorados, hippies viejos, chicos que casi no lo conocen, chicas de ligue, jubilados autónomos, ejecutivos de corazón blando, nenitos con su brazalete de Say No More, familias enteras y familias divididas, cuarentones melancólicos y matrimonios de cincuenta y pico, rockers y fieritas, glams y bloggers, todos hicieron silencio absoluto. Y el viento sopló y el agua cayó como si estuvieran baldeando el mundo.
Y García, en la noche de su cumpleaños número 58, con un raro pero moderno peinado nuevo, los saludó desde sus dos metros y como siempre, sin avisar, salió volando. Y voló sobre el estadio, y acarició en vuelo rasante las cabezas de la gente, y fue feliz, por tercera vez en su vida.

Por: Jorge Lanata
Fuente: Diario Perfil

Charly García en Velez :"El primer concierto subacuático"



Este, sí, es el aguante. El "primer concierto subacuático", tal la descripción de Charly García, contó con la colaboración de más de 30.000 fieles (o cerca de 40.000, según la versión más difundida), que, aun en medio de un diluvio, no se movieron de sus lugares. Los precavidos abrieron sus paraguas, los buenos inversores sus pilotines comprados sobre el césped de Vélez, pero la gran mayoría no necesitó de ningún accesorio: su placebo fue un show épico, con García dirigiendo desde el piano la batuta de una banda ajustada hasta el colmo de la precisión.
"Fuera lluvia o más fuerte", pidió Charly al empezar con "No soy un extraño", el tercer tema de la noche tras "El amor espera" y "Rap de las hormigas". Es que él bien sabe aquello de que "siempre que llovió paró" y a este tiempo de resurrección que está experimentando no lo iba a opacar algo tan ordinario como un aguacero. Todo lo contrario, porque el vendaval que se desató justo cuando la sorpresa llamada Luis Alberto Spinetta subía a escena terminó convirtiéndose, es cierto, en la puesta menos deseada, pero también en la más efectiva.
A la hora pactada, no había mucho clima de show en el campo. El viento obligaba a dar marcha atrás con la mayoría de los chiches diseñados por Pichón Baldinú para la puesta. Primero se retiraron las pantallas laterales, luego se bajó el piano que colgaba del techo del escenario y, finalmente, salieron los músicos a "rockearla", en definitiva, el único argumento válido.
Ese mix entre los secuaces de sus dorados 80 con el imperturbable trío chileno (al fin de cuentas el que más y mejor soportó los años feroces) funcionó a la perfección. Los teclados del "Zorrito" Quintiero coquetearon toda la noche con el piano de cola de García; la voz de Hilda Lizarazu secundó la maltratada garganta del líder y se lució sola en varios pasajes y la guitarra del Hendrix argentino, es decir el "Negro" García López, cumplió con su rol de viola principal. Kiushe Hayashida, guitarra; Carlos González, bajo, y Tonio Silva Peña, batería, completaron las piezas de un rompecabezas que estaba armado desde mucho antes de que los músicos empezaran a jugar.
El "buenas noches Say no More" con el que un Charly de negro inició el show estuvo acompañado de cierto nerviosismo que desaparecería con el correr de los temas. Al trío de clásicos iniciales, le seguiría "Cerca de la revolución", "Chipi chipi", "Fanky", "Vía muerta" y "Demoliendo hoteles" y, en cada una de ellas, la intención sería la misma: respetar la versión original, apenas adornarla con nuevos arreglos y dejar que su condición de himno hiciera lo demás.
El negro inicial lo cambiaría por un poncho, su lugar en el piano lo dejaría en contados pasajes para cantar al frente y sobre el final para tomar una guitarra, pero nunca el hombre del bigote bicolor se apartaría de su plan. Es que, cuando se tiene uno, mejor seguirlo, ¿no?
Con "Rezo por vos" apareció el "Flaco" Spinetta ("mi ídolo", lo presentó García), llegó el diluvio y comenzó el tramo más memorable de la noche. "Yendo de la cama al living", "Canción de 2 x 3", "Llorando en el espejo", "Me siento mucho mejor", "No voy en tren" y "No toquen", entre otras, se convertirían en la banda de sonido de las aguas danzantes. "No se va a llamar tu amor", "Inconsciente colectivo" y "Los dinosaurios" cerrarían las dos horas de concierto.
"Say no More es impermeable", había anunciado Charly al comienzo. Habría que agregar que la lealtad de su público también. La próxima lluvia hará olvidar a la de anteanoche, pero nada logrará que los 30.000 afortunados borren de sus memorias el regreso de un García auténtico.
Reconocimiento
El estadio de Vélez Sarsfield también será sede del regreso de Viejas Locas, el próximo 14 de noviembre. En la madrugada del viernes, mientras una numerosa cuadrilla trabajaba en el armado del escenario que pisarían Charly García y sus músicos y en cada uno de los detalles técnicos, "Pity" Alvarez apareció en el lugar en compañía de su mánager. Luego de saludar a cada uno de los asistentes y de firmar varios autógrafos, el cantante le echó un vistazo a la cancha.
Por: Sebastián Espósito
Fuente: La Nacion

viernes, 23 de octubre de 2009

CHARLY GARCÍA: VOLVER AL FUTURO.


Su sombra anuncia el regreso. Son las 17.35 del martes 20 de octubre. Un rayo de sol dibuja su silueta en el suelo sucio. La imagen, larga y espigada, anticipa su ingreso por la puerta principal del Microestadio de Argentinos Juniors. El hombre pisa su propia oscuridad y avanza a través del rectángulo de luz que parece indicarle el camino; baja unos escalones, se funde en un abrazo con el sonidista y prende un cigarrillo mientras habla con su manager. Sólo quince minutos lo separan del escenario. Su lugar. El sitio que lo devolvió a la vida.
Veintitrés tuvo acceso exclusivo a un ensayo general previo al recital que Charly García dará hoy, el día de su cumpleaños 58. Un año atrás, el músico salía en ambulancia de la clínica psiquiátrica Avril después de casi tres meses internado: le costaba caminar y hablar, y la atrofia en las manos le impedía tocar el piano. La recuperación era un sueño, y volver a los escenarios, una utopía que sólo entraba en la imaginación de un delirante.
“Está bueno, ¿no?”, pregunta ahora el tecladista Fabián “Zorrito” Von Quintiero, luego de presenciar la original “apertura de telón” creada especialmente para el show por Pichón Baldinú, el cofundador de la compañía De la Guarda, que viene de trabajar en shows de Disney y montar Hombre vertiente en la Expo Zaragoza el año pasado: el regreso se planificó como una superproducción, con un nivel de profesionalismo sólo dedicado a estrellas internacionales.
Charly asiente: le gusta la puesta. Sube al escenario y se sienta frente a su piano de cola negro. Toma un cuarto de helado que trajo el Zorrito y se queda en silencio mientras Hilda Lizarazu –que lo apoya desde los coros– hace de su histrionismo una imagen jovial.
Las canciones pegan fuerte entre la veintena de privilegiados que presencian el momento. Durante dos horas sin descanso pasan, enganchados, los clásicos (“Demoliendo hoteles”, “Raros peinados nuevos”, “Yendo de la cama al living”) y la voz de García brilla bajo el halo protector de Lizarazu, integrante, como Von Quintiero y el guitarrista Carlos García López, de la legendaria banda que grabó Cómo conseguir chicas.
Charly se arquea hacia atrás y llega –casi como en la época de Sui Generis– al punto justo que sus temas le demandan. Se muestra contento. Tema tras tema. Ya no quedan rastros del Charly irritable. “Las últimas épocas pueden parecer relocas – admitió el músico hace poco–. Pero yo seguía haciendo buenas canciones . Ahora el extra es que las voy a interpretar de una forma casi perfecta”.
Un error de la banda, dos errores. “Y, qué pasa, te quedaste dormido”, le dice en tono comprensivo a Carlos González, uno de los músicos chilenos que soportaron la tormenta junto a él en los últimos años.
Si la canción lo requiere, Charly deja el piano y se para en el centro del escenario para pegar más duro. Posa como si estuviera ante las cuarenta mil personas que llenarán Vélez: estira los brazos hacia adelante, e incita al baile al público imaginario. Se mueve solo hasta que Hilda lo invita a formar parte de una danza esférica. Después, corre para ubicarse detrás del piano y sonríe. Charly está de vuelta.
A un costado, Baldinú se muestra muy contento con esta oportunidad: “La puesta está diseñada para darle al concierto un entorno de ficción que se forma a partir de las canciones y que tiene que ver con la musicalidad y con las letras. Se trata de una dramaturgia en la que se va contando una historia a través de imágenes, figuras, telas. Se va a ver un espacio mágico que va a remarcar la idea del regreso y en el que Charly va a ser la figura”. Para la puesta, el escenógrafo contó con un telón tres veces mayor al de cualquier teatro, cientos de metros de tela blanca y veinte artistas, entre actrices y acróbatas aéreos. “Pasajera en trance” será uno de los momentos clave. “¿Si va a volar? –dice Baldinú–. Sí y no. La gente se va a sorprender, se trata de una escenografía virtual muy difícil de explicar, que nació de una idea suya. Me dejó en claro que no quería una puesta electrónica.”
Entre músicos, sonido, luces y asistentes de producción, hay cincuenta personas a las órdenes del músico. “Un despropósito”, podría pensar cualquier persona que haya presenciado alguno de esos shows en los que “el viejo Charly” –como él mismo se define en pasado– se quejaba de problemas de sonido, pateaba el teclado y se mandaba a mudar dejando a su tropa sin palabras. Pero no para este Charly, luminoso y receptivo –según quienes lo conocen–. El público respondió a la expectativa comprando 20 mil entradas en sólo dos días. La noche será registrada para lanzar un DVD sobre el regreso.
“Nunca vi un show de estas dimensiones para un artista nacional. Tanto despliegue... de afuera vienen músicos con un poco más de lo que cuenta Charly o con lo mismo”, comentó Mariana Badino, que coordinó el regreso desde la productora Fénix. “Queremos cuidar hasta el más mínimo detalle y darle incluso más de lo que puede llegar a necesitar.”
Los ensayos fueron de menor a mayor; del ambiente relajado del estudio en el campo de Palito en Luján, la banda pasó a una sala en Villa Urquiza; luego la producción alquiló El Teatro, en Lacroze y Álvarez Thomas, para ir tomando dimensión de escenario, y por último coparon el club Malvinas.
El músico volverá a hacerle frente a un estadio después de cinco años, cuando en el marco del Quilmes Rock logró un recital memorable en Ferro, bajo una intensa lluvia. Sin embargo, para recordar su último recital en solitario hay que remontarse al 17 de diciembre de 1993, con un escenario en el centro del campo del mismo estadio.
La campaña de marketing que acompañó el regreso marcó también el retorno al país de Darío Lopérfido –ex secretario de Cultura de la Alianza y director de una subsidiaria de Fénix–, quien logró ponerle un brazalete de Say No More gigante al Obelisco y craneó la “cadena nacional de rock”, por la que se conoció en simultáneo a través de varias radios “Deberías saber por qué”, el tema nuevo del artista. Lopérfido inventó los slogans “Vuelve el más grande” y bautizó la gira “Tengo que volverte a ver”.
El tour que comenzó en Lima y pasó por Chile, donde se presentó ante unas quince mil personas, seguirá luego del recital de Vélez en Montevideo, el 14 de noviembre: esa noche, en la entrega de los Grammy Latinos, Charly será reconocido con el premio “Logros de toda una vida”. La gira continuará por Ecuador y Colombia para desembarcar en Rosario el 5 de diciembre, y seguramente tocará otras ciudades del país y de Latinoamérica.
Por la cantidad de personas que conforman el staff y el volumen de equipos que se trasladan entre países, las fechas están espaciadas para asegurar que todo llegue a tiempo. En sus presentaciones, García contó con un tratamiento similar al que se les da a artistas internacionales: limusina a su disposición desde que pisa el aeropuerto y hospedaje en hoteles cinco estrellas junto a toda su comitiva –algo inusual para artistas locales–. Para no descuidar el tratamiento médico, García viaja con la psiquiatra Alicia Lischinsky, que encabeza el equipo interdisciplinario del centro de rehabilitación al que asiste a diario (ver nota aparte).
Después de ser internado a la fuerza el 9 de junio de 2008, luego de destruir una habitación de un hotel en Mendoza, García comenzó un derrotero en el que amenazó con suicidarse si no lo dejaban ir a su casa, fue alojado en la Clínica Dharma de Capital Federal, bajo tutela judicial continuó el tratamiento en el campo “Mi Negrita”, de Palito en Luján, y volvió a ser internado –esta vez en la clínica Avril– luego de protagonizar un ataque de ira. A partir de ahí, hace un año, las novedades fueron positivas y Charly empezó a reconstruir su círculo íntimo.
El principal sostén fue Palito: desde abril, cuando dejó Luján, Charly está viviendo en uno de los departamentos que Ortega tiene en el histórico Palacio de Los Patos, en Palermo. Ahí, el bicolor pasa el día haciendo ejercicios, mirando mucho fútbol y leyendo revistas internacionales de música. Por las noches, la rutina incluye algunas salidas al cine, teatro, recitales o cenas con su novia, la VJ de MTV Mecha Iñigo, el Zorrito, Hilda, el “Negro” García López, los músicos chilenos y su manager Fernando Szereszevsky, que luego de varios años alejado del músico volvió a trabajar con él y se convirtió en uno de sus confidentes.
En el último show que había dado en la Argentina, frente a la Basílica de Luján, García tocó seis temas y el Himno para mil personas. Se lo vio lento y falto de voz, aunque la jugada también era parte de la recuperación.
Hoy, Charly, que recuperó las fuerzas, se prepara para ofrecer un recital que lo vuelve a poner en el panteón de las grandes estrellas. Pisará el escenario con zapatos de charol, vestido de frac, como un director de orquesta. A partir de ahí será, nuevamente, el director de su propio futuro.

Por Bruno Lazzaro
Fuente: El Argentino

jueves, 22 de octubre de 2009

FELIZ CUMPLEAÑOS MAESTRO!!! TE QUEREMOS Y TE DESEAMOS LO MEJOR PARA ESTA NOCHE Y SIEMPRE


La foto es del blog de Marce que siempre nos visita.

Charly García: el caos ya pasó

Mañana cumplirá 58 años y actuará en Vélez, ante 40.000 personas. Aquí cuenta cómo imagina el show, dice que le puso aguante a su recuperación y que su meta era volver a toca.

"Viste cuando está todo bien. Lo que pasa es eso. Es como estar ganando un partido 6 a 0". En una pequeña sala del Microestadio de Argentinos Juniors, mientras se entrega sin resistencia a una maquilladora, Charly García habla de su "regreso".

Acaba de terminar de ensayar, por enésima vez, el repertorio completo de lo que será, mañana en Vélez, su reencuentro con el público porteño. Y confiesa su ansiedad por estar ahí. "Creo que va a ser muy emocionante. Muy emocionante. Va a ser un concierto que va a quedar en la historia. Como aquel Ferro cuando destruí una ciudad, será un concierto que va a dejar una marca", advierte.
En ese sentido, anticipa que no será "el típico show de rock and roll, sino algo más teatral". Y, aunque la consigna es guardar la información bajo llave, se escapa por ahí que habrá bastantes cambios con respecto a las puestas de Perú y Chile, que incluyen más proyecciones, fuegos artificiales, y un despliegue escénico con "gente que vuela, cosas que aparecen y desaparecen, que se mueven".
"Yo le transmití a Pichón Baldinu mi deseo de que el lugar sea como un teatro. Le pasé algunas puntas, pero la mayoría de las ideas son de él", aclara, con un entusiasmo que no disimula ni un poco.
Sobran las razones para que sea así. No cualquiera cambia el final obvio de la película de su vida apenas un minuto antes de caer al precipicio y de que empiecen a correr los títulos, para proponer una segunda parte a toda orquesta. García sí. Y en esta continuación, la música ocupa el centro de la pantalla.
"Pasé bastante tiempo metido en otras cuestiones. Pero ahora, después de haber estado en el fondo, recuperé ese interés por lo musical", admite. Tan es así que prefiere, por ahora, no hablar de nuevas composiciones. "Seguramente salgan cosas nuevas en las próximas giras. Pero este sonido me gusta mucho, y no quiero distraerme", asegura.
Los ensayos son una evidencia de ese cambio. Allí, García no sólo toca y canta, sino que corrige y marca detalles que hacen que las canciones sean cada vez más fieles a sus versiones originales. "Lo primero fue aprenderlas. Lo segundo, integrar a los chilenos. Entonces, con la orquesta sonando, elegimos los temas. Y ahora es el momento de las sutilezas", explica.

¿En algún momento tuviste temor de que este regreso no resultara como lo esperabas?
No, temor no. Estaba todo calculado, y yo soy animal de escenario. Así que, con tocar el piano y cantar muy bien, me sentía seguro. Y creo que, gracias a clases que he tomado y a vicios que he dejado, estoy cantando muy bien. Además, la banda, en vivo, además de tener mucha garra y rock and roll, tiene una espontaneidad y una calidad que puedo aprovechar para destacar lo que quiera. Y todo el mundo se da cuenta de que lo que digo es lógico y coherente.

El Charly de escenario, modelo 2009, transita la recuperación de su obra en paralelo con la de su habilidad para tocar. En ese recorrido, elige delegar los teclados en el Zorrito Quintiero, y dedicarse de lleno al piano. "Este Charly es un cantor que toca el piano. Una especie de Elton John, un poco más alto", compara. "Y un poco menos gordo", bromea Quintiero, junto a Fernando Szereszevsky, manager de García, quien no se separa ni un segundo de él, y a quien recurre en forma permanente.

Hay una especie de reivindicación tuya como cantante.
Es que me había olvidado de cantar. Yo iba y dejaba cantar a la gente. Ahora es distinto. Soy cantante, pianista y amigo.

En el repertorio hay canciones de todos tus discos solistas, menos de "Say no more ". ¿Por qué?
Say no more tiene su gran parte de caos. Y no me pegaba. Los temas los elegí por lo que quería transmitir. Y en este momento estoy para Say no more de lujo. Considero a Deberías saber por qué un nuevo Say no more. Pero es otra etapa. El caos y todo eso ya pasó.

¿Lo extrañás?
Tengo buenos recuerdos. Pero me siento mejor ahora. Sé adónde voy a dar el paso. Antes, medio que todo era una zapada.

Zapada o como se llamara, para los tiempos de su última internación, en junio del año pasado, hacía rato que los conciertos de García ofrecían, con suerte, algunos destellos del brillo de antaño, en medio de enojos, interrupciones, ruidos varios y decepción. Mucha decepción, que resignó a gran parte de su público a ponerle oídos a sus discos y evitar las experiencias de verlo en vivo. Sin embargo, el recital de mañana será a estadio lleno.

¿Te molesta que haya quién aún tenga dudas acerca de si estás en forma para tocar?
No. La duda es lógica. Pero hay una cosa que es la duda y otra que es la mala leche. Creo que son pocos los que realmente me desean el mal. Pero esos, que vayan también, porque algo van a aprender.

Apenas terminaste el concierto en Lima, se lo dedicaste a tus amigos, pero más a tus enemigos. ¿Te quedan muchos?
La verdad, no lo sé. Como siempre digo, no tengo Internet, y no me informo demasiado. Igual, lo que recibo en la calle, cada vez que salgo, es cariño. De todas las generaciones. Desde los pendejos hasta los más viejos.

De la mano de Szereszevsky y Quintiero, la charla deriva hacia quienes pueden haberse visto afectados por la recuperación de García, y su reinstalación en el centro de la escena, "que les puede hacer perder ese espacio".
"Eso puede ser", reconoce el músico. Y se detiene en su rehabilitación. Ejercicios, análisis, entrenamiento. Una rutina que incluyó la visita periódica a un centro de rehabilitación cognitiva, un tratamiento kinesiológico y mucha constancia.
"La verdad es que le puse huevo a mi recuperación. Le puse aguante. Va más allá de quienes me ayudaron, de quiénes me tratan. Podía haberme quedado más blandengue, y jamás hubiera podido tocar de nuevo. Pero me puse como meta volver a tocar. Y acá estoy", monologa.

¿Qué sentiste al revisar tu obra desde una esta nueva perspectiva?
Sentí que mis canciones tienen vigencia. Que fueron como predicciones de cosas que me pasan ahora, o que quería que me pasaran. Y, al cantarlas, las resignifico. O sea, ya no todo es sexo droga y rock and roll. Saqué las drogas. Pero está bien. Ya tomé tantas, que ahora disfruto de esto.

Por: Eduardo Slusarczuk
Fuente: Clarín

domingo, 18 de octubre de 2009

Charly García y Andres Calamaro: "El ciudadano García"


Fui a ver el ciudadano Garcia a la segunda funcion de Adios Sui Generis, y tambien lo vi en Kartuchos con La Maquina de hacer pajaros, cuando tenian coro (porque la formacion standart no es la de incluye coristas) ... despues lo vi mientras miraba instrumentos en Daiam, supongo que habia ahorrado para comprarme una pua Fender y estaria mirando una Les Paul negra en el escaparate cuando aparecio Garcia (el flaco) ; si mal no recuerdo lo habia escuchado ( en kartuchos) decirle a un asistente (Quebracho ?) "mañana tenemos que ir a Daiam" y mis resortes me llevaron a Talcahuano en el mismo instante en que aparecio el ciudadano ; estabamos haciendo la fila para entrar a ver , creo que a , Polifemo (y Avalancha), cuando paso Garcia y me hizo un gesto, algo que yo interprete casi como un saludo o una inclinacion amable con la cabeza ; estaba grabando con Raices y habian terminado (o promediaban) las mixes de aquel "Festival de Amor" y abri la puerta del estudio para ver aparecer a Davies & Garcia ; yo lo visitaba a Lebon en compañia de mi amigo preferido : Chani Peycere, le llevabamos buen porro, del que nuestros amigos traian del Brasil , y nos quedabamos hablando o escuchandole ; como estaba conectado con cierta elite del rock (y ensayaba pegado a la sala donde lo hacian Los Redondos) consegui entradas para el debut de Seru Giran, que fue muy criticado por el Expreso por una parodia a la musica "disco" , un recital tambien recordado por una frase sarcastica, mas que confesional, de Lebon, que para entonces era mi heroe vivo.
Fuimos, con Chani, algunas veces a ver La Grasa en el auditorio Kraft (ex), casi siempre entrabamos a los camarines por la dulce amabilidad de Oscar Moro o Quebra, con un joint como pasaporte al backstage ; ya en Los Abuelos, por intermediacion de Gustavo "el vasco" y Clota P , volvi a encontrarme con Davies y con Garcia, ya en un plano de intimidad y "grupo" ; fuimos a ver a Los Twist, a Fontova y a Virus (por insistencia mia), tambien fuimos a los camarines de Sumo, venciendo la resistencia del ciudadano que suponia que Luca no le respetaba lo suficiente ; una noche habia que elegir entre Pet Shop Boys y Joaquin Sabina (quizas esta semana algunos tengan que elegir si gastar entre PSB y Garcia) ; yo insisti en escuchar a Sabina, aunque PTB me gusta mucho, y convenci a Charly contandole de el respeto que le tenia Sabina y todo lo lindo que decia de el, entonces lo presente ; y en ese mismo ciclo de recitales los presente con Fito & Cecilia (los conduje suavemente hasta el escenario, nos sentamos muy cerca y ubique un monitor hacia los invitados para escuchar las letras); grabamos con Garcia & Los Abuelos, yo lo pasaba a buscar y viajabamos en taxi juntos a los estudios de Floresta ; serian los ultimos tiempos de Seru Giran y/o los de Living/Pubis ; cuando llego el momento de armar una banda , recuerdo una noche en casa de Daniel Ripoll frente a plaza San Martin, yo no estaba ternado incluso recomendaba al brillante Leo Sujatovich, que ya habia tocado con Nito y Spinetta, ademas de tener un Prophet (un polifonico muy codiciado por entonces) , supongo que por descarte y afinidades termine tocando los teclados en la primer banda solitaria de Charly, ensayamos en TNT y en Alex, con Willy, Gustavo y Cachorro ; compartimos cientos de jam sessions, de noches toxicas, de horas escuchando y hablando de musica ; al tiempo me abri de la banda accediendo a un ultimatum abuelista; fuimos al Dandy de Libertador y renuncie ; recomendando a mi reemplazo, despues compramos libros y volvimos a alguna parte ; en los camarines del Opera conoci a Richard y Fernando, juntos diseñamos mi disco "vida cruel" & a las sesiones vinieron Garcia con "el flaco" Spinetta (que tenian un proyecto de proyecto en comun que termino con un incendio literalmente) , aquella noche pinto la idea de ser nosotros (el nucleo de Richard, fernando con Cano y Fabian) la banda posible del duo cosmico, y cuando la sociedad de lideres dejo de properar como proyecto fuimos, de nuevo, el grupo de Garcia, con Cristian y Melingo ; una vez escuchamos Clics Modernos recien grabado con Charly y la novia ; varias veces fui asistencia al potencial suicida, compañero de tragos o similares cosas, y Garcia (que es uno de estos musicos capaz de desprogramar el ego de los musicos que toquen con el) me trajo de USA el Roland (que le robaron a Fabian con los Soda) y colaboro con impulsar mi aventura solista desde el primer momento ; nos subimos mil veces a zapar en cualquier lado, casi siempre yo tocaba la bateria, aunque a veces tambien la guitarra o el bajo , incluso (y ensayando en Rainbow) llegabamos temprano a los ensayos para zapar con la bateria Premier de Willy ; tambien caminabamos por la playa en Pinamar y comiamos rabas con clerico ; vimos juntos un par de mundiales y mas cosas que forman parte del patrimonio de los olvidos ; hasta que , quizas por un descuido mio (y advertido de que estas cosas pasan) decidi (o descubri) que no habia lugar para dos egoistas en mi vida ; me di cuenta que como rival habia elegido uno bastante competitivo y que, en materia musical, era un contrincante complicado, hasta el dia de hoy me soprende estar en la primera linea de la aristocracia rockera argentina, sin embargo entiendo la mayoria de los procesos (precipicios) interiores de los ultimos veinte años del ciudadano Garcia ; porque yo tambien me fui a naufragar en una balsa de no-madera, y porque conozco algunas de las sensaciones de tirarse de un tren en movimiento y reincorporarse lerdamente, sentirse aburrido, gordo y pelotudo, y creer que nunca mas vas a recuperar la chispa adecuada ; no se si Charly es bueno, malo o masomenos; y suporongo que muchos pensaran (?) eso de mi o de quien le toque ... Ahora vuelve Garcia aunque nadie entienda de donde vuelve (porque hay que estar ahi para entender) ; yo no tengo conflictos con Charly , ademas ya somos grandes como para molestarnos por otros conflictos que no seamos nosotros mismos, la vida y la muerte ; como compañero le deseo, para el viernes, buen sonido en el escenario, una noche primaveral y buen humor, porque con todo eso,y viento a favor, es muy probable que la gloria diga presente virtud las miles de manos que le aplaudan y las gargantas que le canten.

suerte !
Andres Calamaro

Fuente: Calamaroblog

sábado, 17 de octubre de 2009

Charly García: encuentro con el santo.


Pasajero en trance
La última vez que habló con La Nacion, en septiembre de 2007, recluido en la habitación de un hotel céntrico, Charly García confesaba: "El próximo paso es no matarme". Luego de tres internaciones en diferentes clínicas psiquiátricas y tras un intenso y extenso tratamiento de desintoxicación que lo obligó a abandonar los escenarios por quince meses, García asiente: "Sí, cumplí el plan. La prioridad era esa. Pero no por demostrar nada; simplemente, porque tenía ganas de hacerlo. Cuando estás muerto, entre comillas, cobrás un valor agregado. La verdad es que en todo este tiempo recibí mucho cariño; muchos se interesaron por mí y me di cuenta de que le importo a la gente, en serio. Ahora lo siento como una gran responsabilidad".
Luego del ensayo del paso de baile aéreo -dirigido por Pichón Baldinu-, que el próximo viernes servirá de volada coreografía cuando la lista de temas llegue a "Pasajera en trance", Charly se sienta junto a sus amigos y compañeros más fieles por estos días -Fabián Quintiero, Hilda Lizarazu y su manager Fernando Szereszevsky- en un camarín improvisado en el estadio cubierto Malvinas Argentinas, centro de operaciones para la puesta a punto del show en Vélez.
Los músicos hablan del exabrupto maradoniano luego, ya en medio de la entrevista Charly, dirá: "El Diego que hizo la conferencia de prensa era un Charly viejo. Yo antes podía hacer una cosa así, pero ahora el odio y la revancha no están en el tapete".
Más allá de lo musical, si hubo una gran diferencia entre los shows de García de los últimos diez años y el primer concierto de esta gira, en Lima, un mes atrás, fue la sonrisa que Charly le regaló a su público de principio a fin. "Fue muy sincero; estaba feliz. Los shows fueron muy intensos. Yo escuchaba muy bien. Creo que pude transmitir las canciones de una forma intensa y la banda suena impresionante."

-Antes parecías enojado.
-Lo que pasaba era que antes me distraía mucho más; no lograba pasar de los problemas que había a mi alrededor. No sé... Me distraía mucho por el sonido o porque estaba más preocupado en tocar que en cantar. Ahora me concentro en el piano y en cantar, y es fabuloso. Estaba muy mal y me agarré de lo mejor que tengo: esta música que estoy tocando ahora. O sea, me revaloricé. Hice los deberes; podría haber sido antes, incluso; no era tan grave, pero, justicia mediante, etcétera? Aquí estoy.

-¿Qué cambió para que ahora hubieras aceptado este tipo de rehabilitación?
-Lo mismo le pasó a Pete Townshend, a Keith Richards? Llega un momento en que tenés que ir a rehabilitarte. Ya pasé eso. Si no ponía fuerza, me chupaba la oruga. Hay que tener mucha humildad para aceptar que te ordenen cosas o que te ataquen físicamente. En la clínica, básicamente, vegetaba, no hacía nada. A veces hacen más daño las drogas legales que las ilegales. Por suerte, ya estoy bastante libre de todo eso. Mi recuperación vino por otro lado y una gran zanahoria era salir a tocar. No sé... Ahora soy John Lennon cuando volvió de Los Angeles de hacer locuras y se quedó en su casa tranquilito, componiendo.

-¿Y cómo sigue este capítulo?
-Estoy yendo a un centro de rehabilitación cognitiva y también hay un kinesiólogo que viene a casa, porque de estar tanto en las clínicas salí entumecido. Por eso tuve que entrenarme bastante para volver a tocar, aunque todavía no estoy tocando como me gustaría. Estoy en proceso de purificación y en cualquier momento va a salir el Charly puro-puro, que es el que yo quiero. Por ahí, me pasa lo de Dylan, que no para nunca de tocar. Es lo que sé hacer. Cuando hacés lo que no te gusta o hacés lo que te gusta, pero te sale mal, llenás esas carencias con alcohol y drogas. Está bien, como decía Andrés, fumarse un porrito y tomarse un whisky, pero yo ya lo hice ¡Bah! Ya está. No me avergüenzo, ¿eh?, pero ya pasó. Ahora, lo que más me gusta es que me puedo alucinar en el escenario con sólo tocar; no necesito nada extra. Por eso me río tanto, porque puedo ir al mismo lugar con drogas o sin drogas.

-En tus canciones siempre hablaste de tu vida, de lo que te rodea. ¿Volviste a componer por estos días?
-Hice algunas en lo de Palito [Ortega], pero justamente este recital me obliga a cantar y a sentir cosas del pasado que me hicieron dar cuenta de que es difícil componer. Tengo un estándar de composición muy high , o sea, me voy a poner a componer cuando termine la gira. Necesito una inspiración o algo que ahora no está, o está, pero se trata de "yo hablándome a mí mismo".

Charly, sobre los temas que eligió junto a su banda para estos shows, dice: "Son todos pianísticos, canciones que tienen un desarrollo con el piano, como «Llorando en el espejo» o «Canción del dos por tres»", y asegura que la fórmula para esta banda ya le rondaba su cabeza desde antes de la internación: "Hace rato que tenía pensado hacer una cosa así, pero no me podía concentrar. Cantar todas las letras, interpretar el tema y usar esa interpretación como un instrumento más, a lo Mick Jagger, o cuando me siento en el piano, a lo Elton John. ¿Sabes qué pasa? También me di cuenta de que es lindo tener un buen camarín, que te traten bien, salir de gira y que tus músicos y plomos duerman en el mismo hotel. Son cosas que hacen que todo el mundo esté contento y eso, hoy, a mí me hace feliz". Lo de Vélez va a ser monstruoso -se entusiasma Charly-. En estos shows previos, me fijaba en alguien especial del público, tres o cuatro veces, para ver si le estaba gustando o no el concierto. Por ahí ficho a un viejo, ponele, o a un nenito, y tanto en Perú como en Chile hubo mucha conexión. Pero el show del 23, que es mi cumpleaños, va a tener una carga emocional especial. Lo único que tengo es un poco de miedo por los efectos especiales. Eso ya no depende de mí. Hay gente que vuela, cosas raras y no quiero quedar colgado en una grúa tres horas". Luego de las risas a su alrededor, García promete: "Estoy sonando para los estándares que yo pienso que tendría que sonar; si no fuera así, me aburriría o sería nada más que un viaje al pasado. Lo del viernes va a ser algo grande".
"La banda suena bárbara -repite Charly una y otra vez-. Me complemento muy bien con el «Zorri» y se produce una mezcla de sonido muy buena, con los dos teclados en estéreo y, en el medio, las guitarras, el bajo y la batería."

Por Sebastián Ramos
Fuente: LA NACION

miércoles, 14 de octubre de 2009

“Mercedes Sosa, Libre como un pájaro” junto a Charly García entre otros.


Este sábado el diario argentino Pagina/12 viene con la compra opcional del DVD “Mercedes Sosa, Libre como un pájaro”, del realizador Ricardo Wullicher. El precio es de 22 pesos argentinos (unos 6 dólares). En el mismo se puede ver a un Charly García recién entrando en su etapa solista interpretando dos temas con la querida Negra. Imperdible.

Sinopsis:
La popular cantante argentina Mercedes Sosa fue prohibida en su tierra natal durante muchos años debido a su postura contra el totalitarismo, sin embargo, su excelente voz y las canciones populares que mantienen vivo su nombre le dieron una reputación mundial. Cuando se levantó la prohibición en 1982 volvió a la Argentina y cantó en teatros y en estadios de fútbol ya que ningún otro foro era lo suficientemente grande para mantener los aplausos y la multitud cantando. Aparte de las escenas de estos conciertos, este documental incluye entrevistas con Sosa y clips de su trabajo en el estudio de grabación y también responde a preguntas de los periodistas en conferencias de prensa.

Temas:
1-La Maza
2-Guitarra enlunarada
3-Grito santiagueño
4-Al Jardín de la republica
5-Soy pan, soy paz, soy mas (con Piero)
6-María va (con Tarragó Ros)
7-Zambita de los humildes
8-Polleritas
9-Alfonsina y el mar (con Ariel Ramírez)
10-Como la cigarra
11-Cuando ya me empiece a quedar solo (con Charly García)
12-Inconsciente colectivo (con Charly García)
13-Solo le pido a Dios (con León Gieco)
14-Como un pájaro libre
15-Canción con todos
16-Cuando tenga la tierra

Ficha:
Titulo: Mercedes Sosa, Como un pájaro libre.
Duración: 69 min.
Director: Ricardo Wullicher
Participan: Mercedes Sosa, Charly García, León Gieco, Omar Espinosa, Nicolás Brizuela, José Luis Castiñeira de Dios, Oscar Alem, Ariel Ramírez, Antonio Tarragó Ros, Domingo Cura.
Género: Documental-Musical
País: Argentina
Año: 1983

martes, 13 de octubre de 2009

CHARLY GARCÍA EN VELEZ CASI AGOTADO "@ACTUALIZADO@"



Fernando Szereszevsky anunció que se agregaron a la venta un remanente de campo Vip Piano Bar y plateas.

Las entradas para ver el regreso de Charly García a los escenarios argentinos, el cual según el propio García promete que será inolvidable, están casi agotadas solo quedan unas pocas plateas preferenciales y campo común (hay uno “VIP” agotado) que podes adquirirlas en el Estadio de Vélez o a través de Sistema TOP Show llamando al 4000-2800.
Como si no bastara ver a un Charly entero y recuperado (sino en un 100 por 100, casi), el show promete estar lleno de sorpresas y artistas invitados. En el se espera también un homenaje a la recientemente ausente Mercedes Sosa, tan importante en la vida del músico que muchos la consideraban la madre espiritual del señor Say no More.

PLATEA CLICS MODERNOS - D $ 250
CAMPO SAY NO MORE $ 120

Las fechas confirmadas hasta hoy son:

OCTUBRE:
23-BUENOS AIRES-ARGENTINA

NOVIEMBRE:
14 MONTEVIDEO-URUGUAY
21 QUITO-ECUADOR
25 GUAYAQUIL-ECUADOR
28 BOGOTA-COLOMBIA

DICIEMBRE:
5 ROSARIO-ARGENTINA

Charly García asistió al triunfo de la selección Argentina de futbol


"V" de victoria.

martes, 6 de octubre de 2009

NUEVAS FECHAS Y LUGARES PARA VER A CHARLY GARCÍA DANDO MUSICA (ACTUALIZADO)



OCTUBRE:
23-BUENOS AIRES-ARGENTINA

NOVIEMBRE:

14 MONTEVIDEO-URUGUAY
21 QUITO-ECUADOR
25 GUAYAQUIL-ECUADOR
28 BOGOTA-COLOMBIA

DICIEMBRE:
5 ROSARIO-ARGENTINA

domingo, 4 de octubre de 2009

MERCEDES SOSA: GRACIAS A LA VIDA POR LO QUE NOS DISTE NEGRA







Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio dos luceros que cuando los abro
Perfecto distingo lo negro del blanco
Y en el alto cielo su fondo estrellado
Y en las multitudes el hombre que yo amo

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el oído que en todo su ancho
Graba noche y día grillos y canarios
Martirios, turbinas, ladridos, chubascos
Y la voz tan tierna de mi bien amado

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el sonido y el abecedario
Con él, las palabras que pienso y declaro
Madre, amigo, hermano
Y luz alumbrando la ruta del alma del que estoy amando

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la marcha de mis pies cansados
Con ellos anduve ciudades y charcos
Playas y desiertos, montañas y llanos
Y la casa tuya, tu calle y tu patio

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio el corazón que agita su marco
Cuando miro el fruto del cerebro humano
Cuando miro el bueno tan lejos del malo
Cuando miro el fondo de tus ojos claros

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto
Así yo distingo dicha de quebranto
Los dos materiales que forman mi canto
Y el canto de ustedes que es el mismo canto
Y el canto de todos que es mi propio canto

Gracias a la vida, gracias a la vida

sábado, 3 de octubre de 2009

Charly García en Chile: "Vélez va a ser un orgasmo"




Pichón Baldinu, el factótum de De La Guardia y la persona a cargo de la puesta en escena de esta gira de Charly García, tuvo el presentimiento de buen augurio a la mañana, a la hora del desayuno, cuando vio una foto de su criatura en la edición chilena del New York Times: "Hoy Charly la gasta", afirmó convencido. Y no se equivocó, ya que el hombre del bigote bicolor dio un concierto aún mejor al del Lima: mas suelto ya sea al bailar o al tocar el piano, con mayores licencias a la hora de cantar, con un grupo de apoyo afiladísimo en todas sus filas ("Por favor, un aplauso para mi banda", pidió en el medio del show) y la obligada mención a la salud de Mercedes Sosa en "Rezo por vos" ("Recemos por Mercedes") y en "Inconsciente colectivo" (esta última canción también grabada por La Negra).
Y ese último tema mencionado fue el primero de dos bises (el otro fue "Los dinosaurios", dedicado a Pinochet) no incluidos en la lista de canciones original (la misma que la de Perú) que circulaba entre producción, sonidistas y hasta músicos, en reconocimiento con el público chileno, que dio muestras de gratitud constantes ante la entrega de García y los suyos.
"Tres preguntas, nada más, y sin cámara: pasá", dijo el manager Fernando Szereszevsky. El concierto ya había terminado, y García se relajaba fumando un habanito tirado en un sillón de los camarines. Por si quedaba alguna duda, el propio Charly lo volvió a afirmar, tras las congratulaciones del cronista por el recital ("Debe ser la primera vez que un crítico me felicita", bromeó): "Sólo tres preguntas".

-Después de estos dos shows, ¿cómo te sentís antes de afrontar Vélez el día de tu cumpleaños?
-Mirá, el primer partido, en Lima, lo ganamos por goleada. Hoy fue lo mismo y, además, hubo jogo bonito. Vélez va a ser un orgasmo.

-¿Por qué la elección de "Inconsciente colectivo" y "Los dinosaurios" cómo bises, más allá de la referencia obvia a Mercedes Sosa en la primera de esas dos canciones?
-Porque son dos temas que teníamos muy bien ensayados, más allá que no hayan entrado en el show de Perú, y por la buena onda que nos tiró la gente.

-¿Y tenés más temas ensayados como para incluir o modificar la lista en Vélez?
-Tan bien ensayados como estos, la verdad que no. Pero ojo: podemos ensayar nuevas canciones, podemos tener invitados. Ya lo verán.

Un apretón de manos como despedida, y un backstage que se iba poblando de famosos que pasaban a saludar. Antes del show habían estado Pampita y su esposo Benjamín Vicuña, ahora era el turno de Ginés Gonzalez García, embajador argentino en Chile, más familiares y amigos de los músicos. Casi enseguida, la comitiva partió a comer a Happening y la crew sonreía con la satisfacción del deber cumplido. Y de regreso al hotel, la salva de aplausos de la "monada" a García y el sueño cumplido de los fans del primer día: la preciada foto con Say No More. Próxima estación, Buenos Aires, el 23 de octubre, día del cumpleaños número 58 de Mr. Charly García.

La lista de temas de Charly García en Chile:
1-El amor espera
2-Rap del exilio
3-No soy un extraño
4-Cerca de la revolución
5-Chipi chipi
6-Fanky
7-No te animás a despegar
8-Demoliendo hoteles
9-Promesas sobre el bidet
10-Adela en el carrousel
11-Rezo por vos
12-Yendo de la cama al living
13-Canción de 2 x 3
14-Nos siguen pegando abajo
15-Influencia
16-Llorando en el espejo
17-Pasajera en trance
18-Raros peinados nuevos
19-Me siento mucho mejor
20-Vicio
21-Buscando un símbolo de paz
22-No me dejan salir
23-No voy en tren
24-Deberías saber por qué
25-Hablando a tu corazón
26-Rock and Roll yo
27-No toquen
28-Inconsciente colectivo
29-Los dinosaurios

Por Pablo Strozza
Fuente: RollingStone

El público, como premio, lo ovacionó.

Parte fundamental de su remodelación en vivo es su conjunto, sobre todo el aporte en teclados de Fabián Quinteiro, las guitarras de Carlos "Negro" García López y el chileno Kiuge Hayashida. De hecho, la agrupación tiene un acentuado filo rockero, que llena de un potente tono eléctrico cada uno de los clásicos de García. Su voz a momentos luce cierta fatiga, propia de los años y consecuencia de su temporada en el infierno, pero ahí aparece el apoyo de la corista Hilda Lizarazu para soslayar cualquier desliz.
Porque el resto es sólo Charly en su mejor expresión: Danzando, agitando al público y tocando el piano con precisión en un repaso completo por su trayectoria, con hits como "Cerca de la revolución", "Chipi Chipi", "Fanky", "Demoliendo hoteles", "Rezo por vos", entre otros.
Casi tan eufóricos como el resto del público, estaban los famosos que llegaron a la cita: Benjamín Vicuña junto a Pampita, Jeanete Moenne-Loccoz, "La Jueza" Macarena Venegas, los periodistas de "CQC" Sebastián Eyzaguirre e Iván Guerrero y el ayudante técnico de Marcelo Bielsa en la Selección, Eduardo Berizzo.
En la tarde el artista sólo descansó en su hotel y partiría hoy de regreso a Argentina.

Por Claudio Vergara
Fuente: Terra Chile

viernes, 2 de octubre de 2009

CHARLY GARCÍA EN CHILE: ENTREVISTA COMPLETA. FUERZA NEGRA!


SANTIAGO, octubre 2.- Como antes. Como el viejo y querido Charly García que se daba maña para explayarse de todo y que lanzaba sutiles dardos cargados de ironía. Así se vio anoche al cantante argentino, en los minutos previos al ensayo con que prepara su concierto de hoy en el Movistar Arena y en una cita con un pequeño grupo de medios chilenos.
En el cuestionario no sólo hubo espacio para las lógicas preguntas que sondean su rehabilitación tras su colapso de 2008, o su retorno en grande a los escenarios, concretado en Lima el pasado miércoles 23. El cantante también debió enfrentar la noticia que ayer desveló a la escena artística continental: el crítico estado de salud de su coterránea, Mercedes Sosa, con quien luce una gran amistad fortalecida por “Alta fidelidad”, disco que grabaron juntos en 1997.

- ¿Te enteraste de lo que sucede con ella?
- Sí, voy a cantar ‘Rezo por vos’ y voy a rezar por ella. Ella es la generala, casi una estrella de rock. Sabe quién es, sabe qué hacer con lo que tiene, y sabe juntarse con gente que le pueda dar algo nuevo, porque hacer un disco conmigo fue impensable para Mercedes. Sin embargo, salió bastante bien.

- ¿Qué valor le das a ella dentro de la escena argentina?
- Bueno, no sé si es todavía, por la edad y estamos hablando de alguien que está enferma… pero fue la mejor voz argentina. Realmente podía cantar folclore y uno sentir que era música muy agradable de escuchar.

- En 2007, Mercedes Sosa te nombró a ti como referente de las nuevas generaciones de músicos. ¿Recuerdas alguna anécdota con ella?
- Mirá… en un festival que se hace en Córdoba, el Cosquín, fue ella y me llamó por teléfono. Yo me fui con tres amigotes en el primer avión que pude, porque se le ocurrió cantar el himno y era justo un momento muy conflictivo para ese festival, porque estaba siendo copado por la derecha. Tomé el auto con ella y los millones de fans que estaban se pegaban contra el vidrio y yo dije: ‘¡somos como los Beatles!’.

- ¿Cuál será el legado de su música? Porque sus canciones tenían que ver con la vida social.
- Sí, tenía muchas tarjetas de crédito…jejeje (ríe con ironía).

- Hay otra figura argentina muy delicada de salud: Sandro. ¿Qué te sugiere él?
- Aps, ¡pero ustedes me vienen a preguntar sólo por la noticias! Bueno, no soy amigo de Sandro, pero hay una cosa: es como si lo conociera de toda la vida. Y él a mí. Estoy triste por eso, no son buenas noticias.

- ¿Y cómo te preparaste para el concierto de esta noche en Chile?
- Y…estamos menos nerviosos que en Perú, que fue la primera. Tenemos muchas horas de ensayo, así que la gente se va a conectar totalmente.

- ¿Qué pueden esperar los fanáticos?
- Escucharme interpretar los temas con mucho énfasis en voz y piano, y mezclado con una base rockera, con dos guitarras eléctricas. También va a haber unos trucos visuales, pero eso no lo hago yo.

- ¿Cómo fue el retorno en Lima, la vuelta a los escenarios masivos?
- Estaba nervioso, pero el clima era muy alegre, entre los músicos y toda la gente que me rodea. Toda esta delegación tiene mucha onda, ven que es una aventura, que es algo diferente. Pero yo creo que este concierto va a ser más lindo, porque el lugar es más lindo Que sea un espacio cerrado ya me encanta.

- ¿Qué es lo que más te gusta de volver a Chile?
- Y, tocar con los chicos, con la banda chilena en su lugar es un plus. Además, hay una larga tradición que tiene la gente chilena conmigo. O sea, tiene una historia de muchas actuaciones, de cosas extras también, mucho chimento. Se ve linda la ciudad y presiento que va a ser muy civilizado.

- ¿Qué tanto te ha ayudado la banda chilena en este retorno?
- Era la banda que tenía antes de que me internaran, ya había hecho muchos shows con ellos. Y yo pensaba que iba a encajar perfecto mi pequeña banda de Buenos Aires con la base chilena, y realmente funciona de maravillas. Es como una orquesta, pero tiene a la vez dos guitarras tipo AC/DC, que está muy bueno, rockean bien.

- ¿Te gustaría volver al Festival de Viña?
- La verdad, no me entusiasma mucho porque es muy careta. Es muy careta y tener que concursar por una paloma de plata entregada por gente que jamás me escuchó y con artistas que no tienen nada que ver con lo que yo hago… no sé, creo que es como el festival de Cannes, pero de perros.

- Pero, ¿tienes buenos recuerdos de tu paso por la Quinta Vergara?
- Sí, sí, me acuerdo del hotel y toda la gente afuera como moscas, esperando que saliera algún famoso. Me sentí un poco un bicho raro, porque ese tipo de fan y ese tipo de gente, que puede ser fan mío también, tiene unos códigos que yo no manejo. A mí me da un poco de fobia y vergüenza tener que saludar, besar a un chico y hacer esas cosas para quedar bien. Pero me gustó tocar igual.

- ¿Cómo te sientes ahora después de la internación y la rehabilitación?
- Más confortable. Fue un golpe que me di, un descuido y después tuve muchas ganas de recuperarme en serio, pero no como dicen en las clínicas. Realmente se ve todo mucho menos caótico.

- ¿Cómo te has sentido arriba del escenario?
- Estoy súper satisfecho. Me puedo concentrar en cantar y no estar tocando el tiempo, porque levanto las manos y hay seis que siguen tocando. Hice una idea que siempre me gustó y que es formar una pared de sonido, con distintos timbres e instrumentos, y dar un color a la música. Realmente la base de guitarra, bajo y batería es monolítica, tipo Led Zeppelin. Pero a la vez yo hago otra clase de música, o sea, se forma algo rockero, pero muy clásico”.

- ¿Hay opción de que a futuro edites un nuevo álbum con canciones inéditas?
- Es que yo ya no creo más en los discos, en los CD. Tengo uno y todavía no lo saco, porque lo pusieron en internet. Posiblemente saque ése, porque a mí me gusta mucho. Creo que el formato de CD ya da para demasiado plagio. Quizás hacer discos de vinilo o buscar alguna forma de que comprar el disco sea entretenido, ver la tapa, etc. Además, como los piratean tanto, no me gustan los CD piratas.

- ¿Qué te gustaría que dijeran de ti cuando estés cerca del retiro?
- Aspiro que lo que digan de mí me lo digan ahora. Si tienen algo lindo que decir, que me lo digan ya. Es un cliché esperar que alguien se muera para reconocerlo. Los reconocimientos tendrían que ser en vida y no porque te vas a morir. Me parece un poco morboso. O sea, idolatrar a alguien porque sólo murió. Aunque a mí me pasó con Michael Jackson, sentí que algo importante desaparecía.

- ¿Cómo te sientes con tu cuerpo hoy? ¿Flaco, gordo, normal?
- Me siento en período de metamorfosis. Un día me veo la rodilla gorda, al otro día me veo el codo flaco… no sé, tengo que asentarme, porque hay muchos cambios, mucha meditación y mucha cosa. Pero me siento bastante livianito.

Por: Claudio Vergara
Fuente: Terra Chile

Charly García en Chile: ensayo (casi) público


Un día que empezó mal y terminó bien, para todos los que estamos esperando el recital de Charly García en Santiago de Chile el viernes. Primero, la "carga" (léase el escenario y la escenografía, según el argot de la crew) demorado en su llegada, lo que obligó a un armado en tiempo récord. Luego, las noticias que daban cuenta del delicado estado de salud de Mercedes Sosa. Teniendo en cuenta la relación fraternal que los une, ¿estaba al tanto Charly de la situación de Mercedes? ¿Cómo influiría en su estado de ánimo el estado de la Negra? Por suerte se le avisó a tiempo, y García no se enteró de las malas nuevas por la TV. Puntazo a favor de su entorno.
Tras una salida a almorzar a media tarde, García regresó al hotel rodeado de dos guardaespaldas y se encerró en su habitación. El Zorrito Quintiero y el Negro García López deambulaban por el lobby del Sheraton santiaguino (el primero incluso recibió el saludo de Eduardo Berizzo, ayudante de campo de Marcelo Bielsa en la selección de fútbol chilena), ansiosos por la prueba de sonido en el Movistar Arena. Y a eso de las 7:00 pm hora local, todos nos dirigimos hacia el estadio: un lujo chileno con capacidad para 10 mil personas, envidiado por todos los argentinos allí presentes. Y luego de un par de ajustes sobre la puesta a cargo de Pichón Baldinu, el comienzo de la prueba de sonido.
A ver, ¿cómo se juzga un evento cómo éste? Este cronista nunca se sintió cómodo en ensayos de bandas o situaciones parecidas: a veces es preferible guardar cierto misterio en algunos asuntos, ya sea por pudor ajeno o por incomodidad del escriba. Pero en esto fue diferente: Charly y los suyos repasaron toda la lista ejecutada en Perú, con algunas indicaciones de rigor por parte del Bicolor (por ejemplo, el final de "Llorando en el espejo" tras un glissando ejecutado por el propio García). El grupo sonó ajustadísimo, y la sensación de que el recital sea un lugar cerrado será un punto favorable para la performance fue casi unánime. El veredicto, a las 9 de la noche hora chilena (una más en Argentina), cuando los pingos salgan a la cancha.

PD: ¿Se acuerdan de los fans que esperaban a Charly en la puerta del Sheraton? Ayer lograron colarse en la prueba de sonido, al saltar un alambrado del Movistar Arena ("Hicimos algo completamente ilegal", decía uno de ellos, con una inocencia conmovedora). Cuando los dejé, evaluaban la mejor manera de escapar del lugar. Espero que todo les haya salido bien.


Por Pablo Strozza
Fuente: RollingStone

Charly García: "Me siento en un periodo de metamorfosis"



El músico argentino llegó el miércoles a Santiago y sólo ha salido a restaurantes y a su prueba de sonido. En conversación con "El Mercurio" adelanta su show de esta noche y critica al Festival de Viña.
Charly García ahora se toma las cosas con calma. Y lo ha demostrado en sus primeras 24 horas en Santiago. Domir y comer ha sido la consigna del artista que llega a nuestro país tras un proceso de rehabilitación del alcohol y las drogas de seis meses.
Tras bajarse del avión proveniente de Buenos Aires, a las 18 horas del miércoles, el músico argentino se fue directo al Hotel Intercontinental junto a su equipo técnico y músicos de apoyo. En la noche aprovechó el restaurante "Bice" del hotel en donde se hospeda para comer con sus más cercanos, para posteriormente, fiel a su nuevo estilo de vida, retirarse a dormir. Una dinámica que repitió al mediodía de ayer, probando el cóctel de erizos, el tiradito de atún y la causa limeña en el restaurante "La Mar", propiedad de su amigo, el chef peruano Gastón Acurio.
Es el nuevo Charly, aquel que, según confirma su entorno, sólo ha consumido bebidas, leche y jugo. El mismo que en la tarde de ayer probó sonido para el show que esta noche ofrecerá en el Movistar Arena, la segunda parada de su gira de regreso tras Lima, donde ofreció un impecable concierto el 23 de septiembre pasado.

-¿Como se siente volviendo a la música luego de su rehabilitación?
Se siente un poco más confortable. Necesitaba que pase lo que pasó para ordenar un poco la cabeza, y poder controlar a una banda de una forma media dictatorial, para que realmente plasme lo que yo quiero. Además, estamos con buen equipo de sonido, y la verdad, si algo sale mal, es porque Dios manda algo.

-¿Cómo se siente ahora con su cuerpo?
Me siento en un periodo de metamorfosis. Un día me miro la rodilla y la encuentro gorda, al otro día el codo, y lo encuentro flaco. Tengo que asentarme, es un periodo de mucho cambio, mucha medicación, pero me siento bastante livianito. Lo verán mañana (por hoy).

-¿Está pensando en algún próximo disco para después de la gira?
Yo no haré mas discos CDs. Tengo uno que todavía no saco porque me lo subieron a internet, aunque me gusta mucho. El formato CD da para demsiado plagio y no me gustan los discos piratas.

-¿Cómo estuvo su recital en Lima?
Estoy satisfecho, me encanta cantar, levantar las manos y que haya cinco hombres cantando con distintos timbres.

-¿Tiene ganas de volver alguna vez al Festival de Viña?
La verdad es que no me entusiasma mucho porque es muy careta. Tener que concursar por una paloma de plata entregada por gente que jamás me escuchó, y con artistas que no tienen nada que ver con lo que hago... no sé, creo que es como el Festival de Cannes, pero de perros.

-¿Qué le parece el delicado estado de salud de Mercedes Sosa?
Ella fue en su momento la mejor voz argentina. Es casi una estrella de rock. Sabe quién es, qué hacer con lo que tiene y sabe juntarse con quien puede darle algo nuevo, porque hacer un disco conmigo es algo impensado y lo hizo bastante bien.

"Negro" Piñera: "Le tengo puro yogu yogu"
Anoche, Miguel "Negro" Piñera inauguró su local Entrenegros del Plaza Vespucio con una mega fiesta con más de 3.000 invitados. "Obvio que Charly está invitado, papá", decía el anfitrión horas antes de la celebración. Piñera era parte de la troupé con la que Charly solía salir de juerga en sus anteriores visitas a Chile. "La última vez que vino a mi cumpleaños, andaba muy loco", reconoce el músico.
Si Charly aceptaba la invitación de anoche, Piñera había tomado medidas: "Le tengo un vip reservado para atenderlo con puras cositas sanas: tecito y yogu yogu. Charly no puede tomar nada de nada, sólo fuma. Es su único vicio". ¿Y las tentaciones? "Me voy a encargar personalmente de que a Charly nadie le ofrezca ni un copete", prometía.

Lo que se viene para hoy
A las 22 horas de ayer, Charly García se subió al escenario del Movistar Arena a probar sonido para el show de esta noche, para el que la producción espera 10 mil personas. Relajado, con jeans, chaleco y chaqueta de cuero, Charly dio instrucciones a los técnicos y músicos para ordenar lo que el hombre del bigote bicolor ha llamado "una orquesta".
Entre las 29 canciones que ensayó, destacaron "Demoliendo hoteles", "Deberias saber por qué", "Rap del exilio" y "Los dinosaurios".
Chile es su segunda parada en la gira de regreso, que viene precedida por el éxito de su actuación en Perú.
Por: ÁLVARO FARÍAS R.
Fuente: El Mercurio

jueves, 1 de octubre de 2009

Los fans recibieron a Charly García en Chile


"Loco, ¿hasta dónde nos vas a seguir?". Ese fue el recibimiento, seguido de un abrazo, del Zorrito Fabián Quintiero a RS antes de la salida del vuelo 2429 de LAN, que nos depositaría a la tardecita de ayer miércoles en el aeropuerto de Santiago de Chile para el segundo show de la gira sudamericana de Charly García. "¿Qué lindo que estuvo Perú, no? Hubo una energía muy fuerte por parte de todos allá, y no fue casualidad: Charly no se equivoca en esas cosas", señaló el tecladista. Carlos García López, por su parte, venía feliz por haber conocido las ruinas de Machu Pichu. "Toqué mil veces en Perú y nunca había ido, ¿podés creer?", contaba el Negro, entre besos a la crew.
Y a todo esto, ¿dónde está García? El verdadero artífice de todo esto viajó dos horas después, acompañado de su manager Fernando Serezesky, en un jet de Air Canada. Por lo tanto, en el arribo a Santiago, el Zorro y el Negro se quedaron en el aeropuerto esperando a Charly, mientras que el resto partió hacia el Sheraton Hotel, en el barrio de Providencia.
Pichón Baldinu, factótum de De La Guarda y la persona a cargo de toda la puesta en escena del tour, miraba asombrado la autopista y sus alrededores. "Está todo sembrado a los costados, parecen los Países Bajos. Y la limpieza, y los juegos de las plazas, y la montaña de fondo. ¡Qué bueno que está Santiago!".
Y ya en el hotel, un grupo de fans preguntando por su ídolo, si era posible sacarse una foto con él, mostrando orgullosos los brazaletes de Say No More, preguntando por el show en Lima, e informando a cronista y fotógrafo por algunos lugares imperdibles de Santiago. Charly, claro, entró al Sheraton por una puerta lateral, y está hospedado en otra ala del edificio. El acceso a su persona es casi imposible.
Con la llegada de Hilda Lizarazu a la capital trasandina en el transcurso de esta jornada, la banda estará completa. Desde hoy a la madrugada, ya se trabaja en el lugar del concierto para el armado de todo, y la prueba de sonido será en la noche de hoy jueves. Un buen momento para volver a testear el sonido de la banda y el estado de García. Si todo sigue como en Perú, no debería haber sorpresas, y los chilenos deberían disfrutar de un gran concierto. Todo parece indicar que así será.

Por: Pablo Strozza
Fuente: Rollingstone