Digamos que se especula con ese “a veces siento que quiero portarme mal”, que vomitó con honestidad brutal ante el grabador de GENTE el verano pasado en Punta del Este. Pero lo cierto es que Charly García (59) sigue adelante con su proceso de rehabilitación y así, más lento pero más controlado, puede sacarle el jugo a lo quemas disfruta: tocar en vivo. “Fui soltando, dejando atrás lo que no me hacía bien, sin joder a nadie”, dirá exhalando el humo del cigarrillo quién sabe qué número. Atrás quedaron los desmanes, las bajadas de pantalones y los fuck you a repetición. ¿Es morbo lo que se experimenta cuando se disfruta colocando a un ídolo al borde? Así lo analiza él: “Yo tendría que decirte que eso es una posición de los medios así de sincero soy”.
Repasemos. Tras su show en el Orfeo de Córdoba, se publicó que el astro había reclamado a los gritos en el hotel: “Me dan merca para tocar y después me la sacan". Su manager, Martín Pommerenck, dice: “Un vecino de hotel aburrido quiso instalar una ficción cada vez menos original, citando frases que Charly jamás pronunció”. Y agrega: “Seria oportuno que todos puedan celebrar lo bien que está, limpio desde hace tres años". Según sus dichos, el incidente no pasó de una ‘disputa doméstica con Mecha, su novia’, donde “de ningún modo se rompió un plasma. Para poner las especulaciones en su lugar, Pommerenck amplía: “vale aclarar que nadie decide por Charly: hace tiempo que retomó las riendas de su carrera”.
La tecnología, esa a la que tanto se resiste el astro, complota sin cansancio a la hora de hablar en exclusiva con GENTE. El roaming a Paraguay al parecer no es bueno. Los sms llegan cortados y los celulares dan ocupado. A esta altura de la noche del domingo, bueno hubiera sido conectarnos vía skype con el lpad que Charly está empezando a manejar. Pero el influjo de las ganas supera las limitaciones de la fibra óptica, y en segundos el ex Sui Generis está del otro lado del teléfono, desde su suite del Crowne Plaza de Asunción. Toma el auricular previo a su show en el Complejo Rakiura Resort, donde rockeó para tres mil paraguayos. Después visitará Bolivia, Brasil, los Estados Unidos y España. ¿Y en el medio? “Con todas las pilas, componiendo”.-¿Como se reparten en porcentajes hoy, en tu estado la creatividad y el amor?
-En el fondo son la misma cosa. El único problema que hay entre ellos es que son un poco celosos.
-En una entrevista reciente dijiste que “las drogas son un infierno”. ¿Por qué se descree de que te prescindís de esos estimulantes?
-Mi respuesta fue muy generalizada y puede sonar a santurrón… ¿y por qué? Como todo, depende desde dónde se mire, porque con eso de repetir titulares escandalosos van perdiendo mucha verdad. La gente sabe, y me ve, y entonces aparecen las imposibilidades de la condición humana operando con la venta. Decir que sigo bien no es noticia.
-¿Te molesta dar aplicaciones?
-El tema es que me aburre seguir haciéndome cargo de aquel pasado, pero porque ya fue. El otro día escuché a un maestro Zen, o algo así... Decía que soltar y dejar atrás el pasado, e ir en presente solamente, sería el primer ejercicio que deberíamos aprender para poder seguir livianos. Y yo fui y sigo dejando atrás muchas cosas. Seria copado que si realmente me respetan, les alcanzara con saberlo. Yo no me puedo da el lujo de hacer lo que hacía antes. Yo voy para adelante y agradeciendo, todo, siempre.
-¿Por qué crees que la presentación de ídolos al borde alimenta el morbo?
-No sé tendría que decirte que eso es una posición de los medios, porque ellos son los que informan y les dan la legitimidad a algunos hechos y a otros no.
-Estás componiendo para el nuevo disco. ¿Cómo va ese proceso?
-Muy bien. Entramos en pre-producción en breve, pero será más abierto y poderoso. La próxima te cuento. Mientras, seguimos con los shows, que disfrutamos muchísimo.
-¿Qué es lo que te da mayor adrenalina a la hora de pisar un escenario?
-Que no haya una cáscara de banana... (risas) y la experiencia de unidad, verdad, de celebración, también.
-¿Hoy, qué es lo más divertido de un after show?
-El after ya es muy tarde para mí. Y por la historia que tenemos mi banda y yo, que vivíamos uno realmente sentido, con una búsqueda un poco mística y otro tanto gótica hoy disfruto del alter mirando tele en la cama.
Por: Karina Noriega
Fotos: M. Vernazza.
Fuente: Gente Nº2397
Transcribió: Hernán para Cinema Verite
1 comentario:
hoy venia pensando en el transporte masivo publico que cuando charly se canse de cantar deberia hacer albumes enteros de composiciones de piano, seria un deleite. los invito a mi blog.
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