sábado, 26 de septiembre de 2009

Charly García palpitando su próxima presentación en Chile


Ni groupies ni familiares. Ni mascotas ni oportunistas de último minuto. El copiloto más fiel de Charly García en el tour continental que inició este miércoles 23 en Lima es una neuróloga. Una especialista que creció como fan del cantante y que en el último año se encargó de encuadrar su rutina, refinar su estado físico y calibrar el ritmo de un hombre de 57 años que nunca pensó en volver a la ruta. Como premio, el músico la hizo su amiga y la sumó a su círculo de hierro.
"Viajar con ella en este tour demuestra la buena relación que tengo con los doctores que sí saben", cuenta el cantante, al teléfono desde Buenos Aires.
Desde hace unos 4 meses, de lunes a viernes, su rutina sigue un derrotero establecido: la mañana empieza con gimnasia y ejercicios suaves coordinados por kinesiólogos; continúa con visitas a un centro neurológico bonaerense -donde monitorean su salud física y mental-; y todo remata con intensos ensayos de cuatro horas diarias junto a sus músicos. En los intervalos, en un renovado departamento que hoy habita en el sector de Barrio Norte, el cantautor acata una dieta que respeta las cuatro comidas diarias. Su nuevo régimen le ha permitido estrenar un semblante más lozano y robusto. Y un peso que hoy rasguña los 85 kilos.

-¿Pensó alguna vez en volver a hacer shows tan masivos?
-No, nunca. Parece increíble que ya llegó el tiempo de tocar. El año pasado ni me lo imaginaba. Fui a algunas clínicas que me dieron resultados muy negativos para mí, se equivocaron completamente.

-¿En qué se equivocaron?
-Es que para algunos estaba esquizofrénico, para otros era bipolar… no sé, las clínicas de rehabilitación realmente son así, no es como uno piensa que son, que hay psicólogos y eso. Más bien te tiran ahí al rebaño y te dan un montón de pastillas. Es más una cosa moral, una falsa moralina que un real empeño en ayudarte.

-Entonces, ¿no aportaron en nada a su mejoría?
-Yo me tuve que mejorar solo. Por supuesto con el apoyo de algunos amigos que me dieron las facilidades para que pueda hacer lo que estoy haciendo ahora. Pero quiero aclarar que en esos lugares no pensaban que yo iba a volver a tocar o a hacer algo importante.

-¿Pasar por ahí hizo más difícil el proceso?
-Es difícil porque estás encerrado, te atan a la cama, estás con un montón de gente que no conocés, imposibilitado de salir. Es espantoso. Uno nunca sabe cuándo termina la rehabilitación, aunque creo que estoy terminando mis deberes finales. Ahora en mi mente estoy tratando de concentrarme en cantar y en que en los shows sean bien prolijos, porque van a ver a un buen Charly. Al mejor Charly.

-¿Cómo fue encontrar un ambiente en lo de "Palito" Ortega que nunca antes había tenido?
-No estaba acostumbrado a eso. Yo vivía solo. Pero más que familiar, era un ambiente amistoso, todos tratándonos de igual a igual. Amigos. Un ambiente de fiesta, con una piscina muy linda y mucho caminar por un sitio grande y natural. Pasé todo el verano ahí y "Palito" fue como un gran padre de familia. Si bien no estábamos juntos todo el tiempo, había asados todos los domingos e hicieron una gran fiesta de Navidad para mí. También me abrieron el estudio de grabación que tienen ahí mismo.

-¿Qué sucedió para que se diera el reencuentro con "Palito"?
-Y… fue por esas cosas de la vida. No era muy amigo de él, pero me iba a visitar a las clínicas y ofrecía de todo corazón su casa. Me brindó su amistad y se lo voy a agradecer por siempre, porque de lo contrario me hubiera ido a otro lugar donde se hubieran seguido equivocando conmigo.

-¿Cuándo sintió que era necesario volver a tocar masivamente?
-En la Navidad pasada toqué con mis músicos amigos y me costó mucho. Luego hice un show en Luján, donde está la quinta. Si bien fue improvisado e imperfecto, fue algo que me impuse yo mismo. No quería que se me atrofiara el músculo y por eso salí a tocar. Después me empezaron a llegar propuestas para hacer una gira y cuando hubo una que me pareció bien, dije "bueno, me voy por el túnel hasta el final".

-¿Esta gira es también una forma de responderle a parte de la prensa o el público que lo daba por desahuciado artísticamente?
-Yo no soy vengativo. Siempre mi vida fuera de los escenarios tuvo contradicciones y se dijeron muchas cosas de mí. Uno siempre tiene detractores, pero creo que la mayoría de la gente me quiere, pese a los envidiosos. Incluso ahora creo que en Argentina me quieren un poco más, porque tuve el valor de enfrentar una crisis y recuperarme, lo que no es fácil. Demostré que se puede. Hay mucha gente que piensa que una vez que uno tiene una dependencia o adicción es para toda la vida. No, no. Uno puede cambiar de vida y después seguir tranquilo.

-Hablemos del ensayo para el show chileno.
-Empezamos ensayando en una sala muy chica, con una batería electrónica y un teclado. Luego pasamos a un lugar más grande y, en este último tramo, nos preparamos directamente en un teatro (el Roxy, en Buenos Aires). Con el tiempo, también se ha ido formando un equipo de trabajo muy fiel.

La banda chilena con la que recorrerá el continente es una verdadera cofradía, los mismos que conoció a través de Miguel Piñera y que, como inseparables apóstoles obedeciendo al Mesías, han aguantado todos sus pecados. Los mismos que estaban con él la fatídica noche mendocina en que comenzó este relato de resurrección. "Ellos son como soldados, siempre al pie del cañón y siempre poniendo mucha garra. Va a ser lindo tocar con ellos en Santiago, va a tener un poco de emoción extra", confiesa García.

-Después de Argentina, Chile es uno de los países donde su figura siempre generó respeto y simpatía, incluso en sus malos momentos. ¿Qué sensación le da este regreso?
-Me dan muchas ganas de ir, porque me dijeron que el lugar donde tocaré es muy bueno y porque Chile siempre me cayó muy bien. Siempre me trataron como ciudadano ilustre. Sólo una vez me tiraron una bomba de asfalto en el parabrisas del auto, pero lo demás está todo bien. Me siento muy cómodo allá y seguramente me tomaré unas vacaciones en Santiago o Viña.

-¿Cómo eligió el repertorio para el concierto en Santiago?
-Mmmmm… me fijé en los temas donde aparecían cosas que yo había profetizado sobre mí mismo y que sucedieron ahora, con este nuevo proceso. Hay de todo, desde "Clics modernos", hasta "La hija de la lágrima" o "Say no more".

-A propósito de relaciones con Chile, aquí salió publicado que Sebastián Piñera podía juntarse con usted en Buenos Aires durante su viaje de la semana pasada. ¿Hubo alguna intención?
-No, eso lo dijo él. No me juntaría con un político de derecha.

-¿Qué le parecería que un hermano de Miguel Piñera llegue al poder en Chile?
-La política mucho no me interesa, pero no sé, no tengo opinión. Si el hermano de Miguel es como Miguel, no sé cómo puede ser de derecha. Bueno no sé, son cosas de ellos.

-¿Sigue teniendo algún lazo con Miguel Piñera?
-Y… es un amigote. Además, ustedes tienen una buena presidenta, que es lo que se rumorea por acá.

-Un mujer, igual que en Argentina.
-Igual. Me parece algo nuevo, algo como Obama en Estados Unidos. Un cambio.

Por Claudio Vergara
Fuente: Que Pasa

2 comentarios:

Unknown dijo...

Buena nota ... la verdad que lo leo y aun me parece raro que sea Charly. No sé, me encanta que esté bien de salud, pero extraño esa ironía, inteligencia, rapidez mental ... no sé, eso que lo caracterizaba tanto.

Saludos!!

Anónimo dijo...

saludos, dicen que por canal QUIERO van a pasar el concierto de charly en lima???? si es cierto alguien lo podrá grabar????